- Olvidate de controlar tu mundo exterior. No te resultará, pues cambia constantemente, responde a tu respiración, a la irradiación de la conciencia de tu conciencia. Te sentirás más cómodo/a si te enfocas en el pulsar de tu respiración. El presente se queda pequeño, es el absoluto todo. Tu única seguridad proviene de ser en tu pulso, en la irradiación de la conciencia de tu conciencia.
- No te servirá poner tu atención en lo que estás recibiendo, sólo te servirá ver lo que estás dando. Olvídate del merecimiento, te fue útil en tu vida anterior. Siempre por siempre estás recibiendo y no tienes control sobre eso que recibes, sólo tienes control sobre lo que das. Lo que das es tu irradiación, es lo que define tu experiencia.
- Sugerencia: Mientras vas practicando dar, te sentirás bien e intentarás predecir, controlar, y por un rato te sentirás incómodo/a dando. Apenas sientas una incomodidad, te invitamos a SONREIR. A sonreir para ti mismo/a.
El gozo-viento que te acaricia...
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lunes, 5 de mayo de 2008
Consejos prácticos para estos tiempos
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